Le preguntaron al Ñato cuándo iba a pedir perdón sólo para encajarle un dedo en el
culo. Lo peor es que el tipo se sentó y miró pal’ norte. Se vino a meter con la
posición política que tomó Jesús de Nazaret al exponerse ante las autoridades
romanas. Dejo claro que soy ateo y que juzgar ese episodio que se festeja cada
domingo de cuaresma no está en el interés de este artículo. Pero bordeo el debate,
a ver qué sale.