La Teletón no es la respuesta

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Empezó la Teletón. Como ya sabemos, es un evento organizado por primera vez en 1978 por Don Francisco, el presentador televisivo más conocido que ofreció Chile. Una nota publicada por Focoblanco recuerda que durante esos años de pinochecato ésa fue la respuesta para resolver un problema público: pagar la salud más costosa para las personas más vulnerables. Y hoy el argumento es el mismo, básicamente. Quiero develar cierto tipo de complicidad en esta acción.

El artículo de Darío del Puente para Quinto Poder señala que esta respuesta funcionaba como parche para las políticas ultraliberales de Pinochet. Pero, claro, era una respuesta que no podía contradecir al sistema. Es, más aún, una respuesta que “consolida el modelo de destrucción del tejido social”*.

¿Qué respuesta alternativa se puede trazar que, además, trabaje a favor de la reconstrucción de las relaciones sociales? En este punto, Gilbert Chesterton puede aportar al debate.

Chesterton, uno de esos católicos capos. Fuente

En su texto, “El alma humana bajo el socialismo”* (texto breve que pueden bajar completo en este link) comienza de manera lapidaria: “Es mucho más fácil solidarizarse con el sufrimiento que con el pensamiento. De esta forma, con admirables aunque mal dirigidas intenciones, en forma muy seria y con mucho sentimiento, ellos se abocan a la tarea de remediar los males que ven. Pero sus remedios no curan la enfermedad: simplemente la prolongan. En realidad sus remedios son parte de la enfermedad.”

Y sigue: “Ésta no es una solución; es agravar la dificultad. El objetivo adecuado es tratar de reconstruir la sociedad sobre una base tal que la pobreza resulte imposible.” Éste es el punto central, hay que trabajar para que ningún niño deba exponerse a la televisión, esa máquina de picar carne, como medio que permitan alcanzar los recursos que mejoren su calidad de vida. ¿O acaso esa no es la tarea del Estado? ¿Acaso no es el Estado la respuesta que los hombres en sociedad nos dimos para resolver estos problemas?

Yo invito a reflexionar cuáles son las mejores maneras que existen para resolver el acuciante problema de la salud, un derecho que es humano y que, por tanto, debemos exigir a nuestras organizaciones. Además, lanzo una respuesta: la salud es un derecho humano y por tanto las herramientas para alcanzar la calidad de vida no deben estar asociadas con el lucro (aplausos a X empresa que pone plata, qué buena que es la libre empresa!!), o con la exposición individual, sino a través de respuestas colectivas que garanticen el pleno goce de los derechos sanitarios. Disculpen que siga defendiendo al Estado.

Para terminar, comparto un video del filósofo Slavoj Zizek sobre la caridad que es, en este posmodernismo, la otra cara de la moneda que estalló en este nuevo milenio en EEUU, en Europa, en nuestra vieja crisis del 2001.

* Y recuerden que las primeras maratones televisivas en Uruguay fueron encabezadas por Acción Solidaria, la ONG de Julita Pou, primera dama de Luis Lacalle, abanderado de las políticas ultraliberales en nuestros años ’90.

* Aclaro que Chesterton era un ateo que adhirió al cristianismo apostólico romano en su edad madura y que ese libro lo imprimió antes de la experiencia rusa de 1917 - 1991.