lunes, 28 de noviembre de 2011

El infierno es Claro: todos juntos, todo el tiempo, en todos lados

Fuente
Hace poco me di cuenta que la publicidad de una empresa de telefonía móvil propone una frase: “todos juntos, todo el tiempo, en todos lados”. Recordé dos artículos recientes que colgué en este blog: uno sobre la política-publicidad y otro sobre temas ecológicos. Vamos un paso más abajo, gracias al celular.



Al respecto, Jean Baudrilliard tiene algo para decir. “Ahora hay un ideal ecológico que se instala en todos los niveles. No más gasto, consumo, representación, sino regulación, funcionalidad bien templada, solidaridad entre todos los elementos del mismo sistema, control y gobierno global de un conjunto”.

Y sigue: “Cada sistema, incluido sin duda el universo doméstico, forma una especie de nicho ecológico donde lo esencial es mantener un decorado relacional (usar los aparatos que corresponden y no descubrirme bruto por usar otros), donde los términos que hablan deben comunicarse continuamente entre sí y permanecer en contacto, uniformados de la condición respectiva de los demás y del sistema como un todo, donde la opacidad, la resistencia o el secreto de un solo término puede llevar a la catástrofe”.

Jean Baudrilliard. Fuente
No veo mejor ejemplo de esto sino en la pelea por eliminar todo lo que tranque la libre circulación de cosas. No interesa qué es lo que sea. La peor tranca de todas es criticar.

De esto se dio cuenta Carlos Marx hace un buen tiempo. Habla del fetichismo de la mercadería. Básicamente, trata de la manera en la cual las cosas para usar se transforman en las cosas para intercambiarnos. Lo que importa es que vaya y venga. Y nosotros ahí, encandilados. Todos juntos, todo el tiempo, en todos lados.

Ese mundo, todo junto, todo el tiempo y en todos lados, se parece mucho al de Paolo y Francesca.

Vine a un lugar de toda luz mudo,
que ruge como tempestad en la mar
cuando contrarios vientos la combaten.
La tromba infernal, que nunca calma,
arrastra en torbellino a los espíritus,
volviéndose, y golpeando los molesta.
Y como las alas llevan a los estorninos
en tiempo frío, en larga y compacta hilera,
así aquel soplo a los espíritus malignos
de aquí, de allá, de abajo a arriba, así los lleva;
nunca ninguna esperanza los conforta
de algún reposo, o de disminuida pena.
Y como van las grullas entonando sus lamentos
componiéndose en el aire en larga fila;
así vi venir, exhalando gemidos,

La diferencia es que ellos sabían que estaban en el infierno. Nosotros no.



La Bestia Pop, por Maia Castro

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