Se quemó el Flaco. Fuente |
El Ñato
dijo sobre el nazareno, textualmente: “Formamos parte de una cultura
occidental-cristiana, que está basada entre otras cosas en lo que decía ese Flaco
que lo crucificaron por gil, creo yo por gil, en el Gólgota, y que lo que se pasó
predicando fue perdonar, ¿no? Hasta el Padrenuestro, que muchos rezan todos los
días, dice eso, ¿no?: Que nos perdonen nuestras deudas así como nosotros
perdonamos a nuestros deudores. Es muy difícil que un país se edifique bajo la
consigna ni olvido ni perdón, por lo menos en occidente”.
Tal como
expresa en el almuerzo de ADM y luego aclara en carta abierta, el Ñato dijo
algo así como: “por profesar el perdón y persistir en eso, dentro de una
batalla que tenía perdida, terminó crucificado”. Voy a resumir el argumento que se alzó contra el popular Ñato FH para
alcanzar el cerno de ésta reflexión. ¿Cuál? Ésta:
El Flaco Jesú, de Tunda Prada Fuente |
Visto
así el crimen de Huidobro es grandísimo, ¡enorme! ¡Se llevó puesto a unos
buenos pares de millones de seres humanos a lo largo de dos mil años, incluido
Artigas y todos sus adherentes! Ahora, si el propio Ñato reconoce que el perdón
está implícito en la prédica del Mesías católico y que es algo que sus
reclamantes no pueden dar, el delito se deshilacha bastante. Entonces, ¿qué es
lo que reclaman?
El asunto político de la Cruz
De una pluma más densa es la respuesta del obispo Fuentes. Es una respuesta política y de gran precisión. Primero porque va al punto: “La razón principal –de la carta- es porque pusiste como ejemplo al Flaco ese, que lo crucificaron por gil, porque se pasó predicando el perdón”, dice. Y luego una frase hermética: “vos sabés por qué murió Jesucristo; y sabés que su Perdón hay que escribirlo con mayúscula”.
De una pluma más densa es la respuesta del obispo Fuentes. Es una respuesta política y de gran precisión. Primero porque va al punto: “La razón principal –de la carta- es porque pusiste como ejemplo al Flaco ese, que lo crucificaron por gil, porque se pasó predicando el perdón”, dice. Y luego una frase hermética: “vos sabés por qué murió Jesucristo; y sabés que su Perdón hay que escribirlo con mayúscula”.
¿Por qué
murió Jesucristo? Para un marista como José María Mardones (en Matar a Nuestros Dioses, cuyo libro consulté aquí), la vida de Jesús no
era una preparación para la Cruz, eso lo coloca como marioneta de su padre Dios.
Según este teólogo, el Reino de Dios es el centro de las preocupaciones de un
Jesús que vino a dar la buena nueva, y la Cruz no se puede separar de su vida
ni su resurrección. Es decir, ES un asunto político.
“Y los
pecadores, los enfermos, los oprimidos, los marginados sociales, los
extranjeros e inmigrantes, las prostitutas y homosexuales, los pobres, los
niños y los jóvenes, las mujeres y los hombres, los países pobres de África y
Centroamérica, comenzarán a reír y se darán la mano con alegría, se abrazarán y
este mundo se transfigurará”, explica Mardones. Pero… la incomprensión de una
religión que, como todas, quiso suplantar a Dios vio peligrosa su prédica y
chau, terminó como terminó (Páginas 75 -76). Este fue el precio del compromiso
de su vida, concluye en la página 76.
Y hasta
ahí no difieren mucho las trayectorias de cualquier líder contra corriente,
¿no? Pero hay una diferencia sustancial en el católico: el misterio pascual.
Mardones
explica que la crucifixión es un acto solidario, es una muestra de una vida que
se transforma y que sirve de ejemplo para alcanzar el Reino de Dios, que es ese
lugar donde todos los expulsados tienen la misma relevancia.
El creador de los Maristas Marcellin Champagnat. Sí, como el club de Rugby. Fuente. |
Fernández
Huidobro dice que un bando siempre pide lo mismo con fingida ingenuidad y además
recuerda que Jesús murió por un asunto eminentemente político que le significó
morir por honestidad y compromiso con la causa. Y ahí, con imaginación y
agudeza, Fuentes le dice que perdonar es parte de la causa y le recuerda que
Jesús no tiene bando.
El sentido
de perdón del Ñato FH es de un sentido de barra, de mano a mano. Es “perdonan
los integrantes de una barra que no quiere ganarle a la otra”. El sentido de
Fuentes es “el único perdón verdadero es el que se otorga en compromiso con toda
la humanidad, no entre bandos”.
Eso sí,
a pesar de tanta tinta y minutos de tele, el perdón definitivo por los actos
cometidos durante la crisis uruguaya y la posterior dictadura cívico militar jamás
se discutió. La tele se concentró en las palabras “el gil ese” y el “la polémica
no me gusta”, las frases menos interesantes de los mensajes. Es que el gil ese
se llama televidente, ¿o no te diste cuenta, flaco?
¿Qué haría yo sin la televisión? Fragmento de Telenoche 4
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