Artigas, por Raquel Lejtreger: una de cal y una de arena, por favor

"Básico" de Raquel Lejteger

Los restos fúnebres de José Gervasio Artigas retornaron hoy, 26 de octubre, al Mausoleo. Enfrente, Raquel Lejtreger instaló su “Básico”, un conjunto piramidal hecho con bolsas de cemento Artigas. Mientras cruzo, pienso en la imperiosa necesidad de encontrar “cosas que nos unan” a los uruguayos, por ejemplo: Artigas. No puedo sacar de mi cabeza que para representarnos a todos, Artigas no tiene que significar nada. Artigas necesita ser un espacio sin conflicto, de lo contrario queda gente afuera y eso, válgame dios, en éstos tiempos post, es el pecado mortal.

“Básico” es un conjunto de bolsas de cemento Artigas, apiladas unas sobre otras. En el Mausoleo, a partir de hoy, se observarán ocho frases de textos del prócer. Me somete la necesidad de entender lo Real (al decir lacaniano, “el cacho e’carne” ahí, sin interpretar) que representa cada oración, cada bolsa, cada intento de apropiación por parte del sistema. Es que para la acción como hecho concreto de la realidad hace falta lenguaje. Artigas interpela.

Yo vengo de un Artigas y me peleo con “Básico”. Recorro las esquinas arenosas de cada bolsa y me pregunto, de peleador que soy: “¿Artigas comprendía que el enemigo era el imperialismo inglés? ¿O consideraba que acordar con el imperio era una forma de poner a su favor una fuerza privilegiada dentro del ajedrez del Río de la Plata? ¿Su alianza con los “paisanos sueltos de la campaña” era para consolidar el modelo hispano dándoles un lugar –como hace hoy el poscapitalismo con todas las alternativas-, o era efectivamente una nuevo sistema político con su centro en los más pobres?”

Me imagino cargando las bolsas y voy más lejos: “¿Dónde entra el pacto de Pancho Ramírez y Facundo con Buenos Aires en el marco del “mi autoridad emana de vosotros y ella cesa ante vuestra presencia soberana?  ¿Qué implica su silencio frente a la propuesta de pelear contra Rosas?”. Pero me pongo más loco y termino con otras preguntas.

"Básico"

“¿Acaso la causa americanista será la UNASUR o es salirse del MERCOSUR? ¿El Estado ES la cosa pública o debe ser socio económico de la res-pública? ¿Por qué siempre los revisionismos llegan cuando la región está metida en debates dirigidos hacia la integración de los más humildes? ¿Por qué Artigas comparte el mismo destino de destierro político de Manuel Belgrano, José de San Martín, Mariano Moreno o Juan José Castelli, pero también el de Lisandro de la Torre, el de Allende, el de Perón, el de Zelaya o el de Lugo?; y por qué no es el mismo destino que el de Mitre, Rivera o Lavalleja?”

Las frases artiguistas sin interpretación son eso: un cúmulo de cemento del cual no se sabe qué hacer con él. Como “la cosa hichkcockiana” que dice Zizek, que se te impone en el medio del paisaje. Como interlocutor mudo que amenaza con comerte. Que necesita interpretación. "La libertad de América forma mi sistema, y plantarlo mi único anhelo”, era pelearle a los godos en el S. XIX, pero en el S.XX se transformó en distintos significados que algunos uruguayos no siguieron y en el S.XXI es necesario que sean otros para que continúen con su tremenda actualidad.

Nah, ahora tiendo a pensar que las frases artiguistas no son actuales. Nosotros las hacemos actuales, antes de que nos coman. Porque las interpretamos.

Es necesario, en definitiva, que ese cemento forme parte de la cal y la arena de la construcción de eso que se llama “Uruguay”, que también es un punto vacío, vago, interpelante, inviable e imposible, esperando que los significados políticos tomen forma concreta y fracasen, una y otra vez, cuando intentan llenar ese aleph. Como dice Raquel: “Era de piedra caliza, miles de años de historias, y será, quien sabe… será lo que seamos capaces de hacer”. Así se mueve el tiempo.