sábado, 30 de marzo de 2013

Historia a las Piñas: Qué pasa en Corea, “la tierra de la calma matutina”?

Una escuela norcoreana durante la guerra del paralelo 38
Fuente

Mientras redacto, leo que hace una hora el portal BBC Mundo publicó que Corea del Norte declara que entró en estado de guerra. Éste es, posiblemente, el último capítulo del libro de la historia del Siglo XX. ¿Viste cuando dicen que el tiempo cronológico y el tiempo histórico se mueven a otra velocidad? ¿O cuando dicen que en Uruguay todo llega 20 años después? Bueno, el Siglo XX en Corea también llegó tarde, unos 48 años después.

Corea no puede ser pensada sin tener en cuenta a la Manchuria, un espacio que incluye al noreste de la China, Mongolia y vastas regiones del oriente de la Federación Rusa. Desde el comienzo de la historia hasta hoy, los problemas fueron compartidos. Por ejemplo, cuando el oriente resistía la apertura del comercio con occidente, Corea actuaba junto a China para evitar la guerra imperial, mediante políticas aislacionistas y restrictivas. Sin embargo, no fue una potencia de ultramar quien la batió a duelo, fue Japón. Era 1905.

Manchuria y Corea. Fuente.
Los japoneses se anexaron la península, y luego el resto de Manchuria (el Imperio de Manchukuo fue su protectorado, como dice la película “El último Emperador”). Los “niponizaron”, lo que consiste en modificar los sistemas productivos, sociales, económicos y políticos a favor de Tokyo. Como contrapartida, los emigrantes y quienes no pudieron escapar de la isla concibieron la idea de una nación coreana, tal como comprendemos hoy lo que es un sentimiento nacional. En 1919 se alzaron los intelectuales, y así les fue. Sólo la derrota final de Japón en la Segunda Guerra Mundial garantizó la concreción del sueño. Pero los atropelló el siglo XX.

Imaginemos un territorio devastado por las guerras, sin organización propia ni capacidad para generarla y, encima, con la injerencia de dioses olímpicos susurrándoles al oído. Imposible, la unificación de Corea nunca llegó. La guerra se transformó en el evento que instaló el siglo XX en aquella península que se llama “la tierra de la calma matutina”.
Kim Il Sung. Fuente

El siglo XX es la pasión y muerte de las relaciones entre los occidentales capitalistas y los comunistas rusos. Es la conformación final de la globalización. En ese teatro, la región asiática se altera con la derrota japonesa y, sobre todo, con la victoria de Mao en China. La guerrilla antijaponesa fue apoyada fervientemente por China, sobre todo el grupo comunista chino en Manchuria, que es el origen político de Kil Il Sung, el futuro primer ministro de la república popular democrática, la corea pero del norte. 

La oposición católica al comunismo es conocida, así que no encontraron mejor candidato para la paz que un católico. Durante los años previos a la Segunda Guerra Mundial y también después de ella, el presidente fue Syngman Rhee. Estuvo en el poder durante doce años, electo por una asamblea. Mantuvo su fuerza en base al nepotismo y los asesinatos masivos, la educación pública obligatoria y la prohibición de las actividades con olor a izquierdistas.

Syngman Rhee. Fuente.
La historia es conocida: los coreanos del norte arremetieron contra los del sur, después respondieron con fuerzas de la ONU, se metió China, y negociaron que el paralelo 38 sería el límite. Fue una guerra sin vencedores ni vencidos.

Veamos el hoy. Todos los años se realizan ejercicios militares conjuntos entre los coreanos del sur y los estadounidenses (se llaman, curiosamente, Team Spirit). Este año, igual que los anteriores, los del norte patearon. Sin embargo, hay un elemento que diferencia a los años anteriores: China se acercó a Japón y Corea del Sur para comenzar el caminohacia la firma de un tratado de libre comercio. ¿Se imaginan a los tigres asiáticos bajo una sola unidad económica?

Eso sí, la histórica alianza entre Corea del Norte y los chinos parece contradictoria con este acercamiento a los enemigos de siempre. No es tan así: ¿escucharon las boludeces que hacen en Corea del Norte? Nacen a partir del revisionismo del hijo de Kim Il Sung, que se llamó Kim Jong Il. Se llama El Juche y es una forma de organización que, básicamente, tiende a la autarquía. Una autarquía que cuenta con recursos del extranjero, como por ejemplo (que suenen las trompetas) los Estados Unidos.

Los ejercicios militares terminan pasado mañana. ¿Qué ocurrirá? Nada, seguramente. Pero ésta historia manchú, que tiene una sucursal en la tierra que amanece con calma, aparece nuevamente ante los ojos de los asiáticos. Y la tierra de la calma matutina sigue sin resolver un asunto que este año cumplirá 63 jóvenes años de Siglo XX.






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