Diario El País: “Naaah, pero por qué va a querer irse un uruguayo de España??? Si llegaron los tipos serios!!”

La edición dominical de El País publicó un reportaje sobrelos uruguayos que permanecerán en España, a pesar de la crisis. Algunos números: la “madre patria” tiene un incremento en el PBI del 0,8% en el último semestre y sigue cayendo, una inflación interanual del 3% y el desempleo es del 25,1%. Es decir, la crisis la paga el mundo del trabajo.

Ante esta realidad, Cancillería notó que mensualmente retornan unos 350 uruguayos del exterior. La oficina de “Retorno y Bienvenida” (así se llama), está desbordada. En España tenemos 65 mil uruguayos. Peeeero… no todos vuelven. Veamos.

El País cuelga “Uruguayos en España: Por la crisis, ahora te ofrecen contrato laboral por siete días". Y de copete un: Miles siguen residiendo en su país de adopción, sobrellevando las dificultades, unos con deudas, otros viviendo con el seguro de desempleo. Igual, pocos piensan en volver”.

Por ejemplo, los uruguayos que recurren al seguro de desempleo. Mariana tiene casi dos años de seguro al igual que su marido, que no llega a los 24 mil pesos entre los dos, cuando cobraban 56 mil pesos uruguayos, como piso. Acá en Uruguay si te despiden te dan seis meses y no DOS AÑOS. Ah, si no estudiás te lo sacan al tercer mes. ¿Se imaginan si en nuestros países sudamericanos alguien propusiera extender el seguro por dos años SIN CONTRAPRESTACIÓN? Si vivieran en Uruguay, recibirían un 75% del salario por estar casados. En España perdieron tres cuartas partes de sus ingresos. Qué se van a querer volver!!!

Y te contratan por semana, una cosa ilegal en nuestro país del tercer mundo.

Cecilia no piensa en retornar. Claro, está casada con un español, tiene un compromiso sentimental cuyo retorno implica su disolución. No consta su ocupación.

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Sus hermanas tampoco se van. Bueno, una es gerenta que siente el estancamiento de su salario. Repito el dato de arriba: 3% de inflación. Y trabaja en el sector sistemas y financiero, los culpables de la crisis: “igual me considero una privilegiada”. A confesión de parte, relevo de prueba.

La hermana es diseñadora gráfica y no se enteró que en Uruguay el desempleo del sector software es 0%, según su propia cámara de empresarios. La amiga dice que la crisis del primer mundo es un lujo total, y que su marido arquitecto encuentra trabajo en el sector informal. Un lujo el primer mundo, ¿verdad?

La crisis para el sector turismo no llegó. Es la única referencia a un motivo sano para quedarse. Para el hijo menor de este caso, Uruguay sí es una oportunidad. Pero la noticia son los otros. María Rosa no puede volver porque tiene que pagar un préstamo, piensa esperar un año más para terminar de pagar sus deudas, y volver a Uruguay. ¿Honrar una deuda no es un motivo para ni pensar en volverse?

Esta selección de casos expuestos por el matutino se publica el mismo día en el cual Rajoy gana las elecciones españolas, con su propuesta de recortes y exclusión, receta bajada directamente de los bancos europeos y en contra de la gente. De los nueve casos, ¿cuáles expresan confianza por el futuro español? El concepto es siempre el mismo:”naah, que van a volverse a este país de mierda??”. Seremos un país de mierda? Para quién somos un país de mierda?

El próximo paso es previsible: cubrir el recorte de la inversión social como una necesidad imperiosa sin cubrir las consecuencias del ajuste y exigir la misma tijera para esta fiesta del gasto público social que se llama América Latina. Bajar el costo del Estado a favor de la reducción de los costos empresariales será difundido como necesario, igual que en España. Igual que siempre.

 

La poesía es un arma cargada de futuro

 

Cuando ya nada se espera personalmente exaltante,

mas se palpita y se sigue más acá de la conciencia,
fieramente existiendo, ciegamente afirmado,
como un pulso que golpea las tinieblas,
cuando se miran de frente
los vertiginosos ojos claros de la muerte,
se dicen las verdades:
las bárbaras, terribles, amorosas crueldades.
Se dicen los poemas
que ensanchan los pulmones de cuantos, asfixiados,
piden ser, piden ritmo,
piden ley para aquello que sienten excesivo.
Con la velocidad del instinto,
con el rayo del prodigio,
como mágica evidencia, lo real se nos convierte
en lo idéntico a sí mismo.
Poesía para el pobre, poesía necesaria
como el pan de cada día,
como el aire que exigimos trece veces por minuto,
para ser y en tanto somos dar un sí que glorifica.
Porque vivimos a golpes, porque apenas si nos dejan
decir que somos quien somos,
nuestros cantares no pueden ser sin pecado un adorno.
Estamos tocando el fondo.
Maldigo la poesía concebida como un lujo
cultural por los neutrales
que, lavándose las manos, se desentienden y evaden.
Maldigo la poesía de quien no toma partido hasta mancharse.
Hago mías las faltas.  Siento en mí a cuantos sufren
y canto respirando.
Canto, y canto, y cantando más allá de mis penas
personales, me ensancho.
Quisiera daros vida, provocar nuevos actos,
y calculo por eso con técnica qué puedo.
Me siento un ingeniero del verso y un obrero
que trabaja con otros a España en sus aceros.
Tal es mi poesía: poesía-herramienta
a la vez que latido de lo unánime y ciego.
Tal es, arma cargada de futuro expansivo
con que te apunto al pecho.
No es una poesía gota a gota pensada.
No es un bello producto. No es un fruto perfecto.
Es algo como el aire que todos respiramos
y es el canto que espacia cuanto dentro llevamos.
Son palabras que todos repetimos sintiendo
como nuestras, y vuelan. Son más que lo mentado.
Son lo más necesario: lo que no tiene nombre.
Son gritos en el cielo, y en la tierra son actos.