lunes, 6 de septiembre de 2010

A Borges sí le gustaba Pink Floyd. Pero Gardel, no.

Jorge Luis Borges escuchaba a Pink Floyd, los Beatles y los Stones; aborrecía a Beethoven y a Gardel; tenía pasión por la comida japonesa y dejó de tomar vino cuando un amigo de su padre vaticinó que se volvería un “borracho perdido”.



Así lo reveló su viuda María Kodama en París, donde se exponen 130 fotos de los viajes personales del genial escritor por el mundo.

“Él decía que era sordo musical porque tenía sólo oído para la música de la palabra. Decía que Beethoven no le gustaba, lo que producía horror en la gente entendida; y creía que Gardel había arruinado el tango porque lo había hecho sentimental y llorón”, recordó Kodama en una entrevista que concedió a BBC Mundo en París, donde se exhibe la muestra El Atlas de Borges.

“Pero le gustaban Brahms, Bach, la música antigua, medieval, la música folklórica, la milonga y los tangos de la ‘guardia vieja’, como los llamaba, porque eran como milongas: tenían letras divertidas, en doble sentido”, repasó Kodama.

Tanto le gustaba Pink Floyd que “el himno para su cumpleaños no era el Happy birthday sino The Wall –dijo su viuda. A la película The Wall la vimos infinidad de veces. Creo que sabía de memoria el diálogo. Le gustaba ese tipo de música porque decía que tenía enorme fuerza, terrible pero vital”.

Los Rolling Stones y los Beatles también “le encantaban por su fuerza increíble”.

Fuente: Télam, tomado de INFOBAE


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